Redacción
BBC Mundo
Fundadores de Spotify Martin Lorentzon (izq) y Daniel Ek
Los fundadores de Spotify, Martin Lorentzon (izq.) y Daniel Ek.
Hasta hace poco, las descargas ilegales de música por internet eran el fantasma de artistas y disqueras. Pero ahora los usuarios, cada vez más, prefieren escucharlos directamente en la red y sin violar ninguna ley.
Y no es que la gente finalmente se haya apiadado de los artistas. No. Lo que sucede es que el terreno ha sido ocupado por el llamado streaming, término que engloba a los contenidos de audio que se escuchan por internet sin necesidad de descargar archivos.
Esta forma de consumir contenidos "a la carta" -que popularizó YouTube con sus videos- fue concebida como una variante legal, donde los dueños de las páginas pagan regalías a las compañías.
clic Lea también: (Música x internet) = Gratis + legal
¿Y de qué viven esos sitios? Se financian gracias a la publicidad o al pago de contenidos "Premium" –un promedio de US$10 al mes- por parte de los melómanos que prefieren omitir la publicidad.
SITIOS de música
* Spotify
* iTunes
* Deezer
* Pandora
* We7
* Last.fm
El pionero de los contenidos "Premium" fue iTunes de Apple –que cobra un promedio de US$1 por canción descargada- y a éste le siguieron otros como Last.fm, We7, Deezer, el popular Pandora en Estados Unidos y el sitio emblema del streaming: Spotify.
Con servicios gratis y "Premium" -a los que se añade la opción de descargar-, Spotify fue creado en Suecia, emerge como el gran competidor del iTunes y es visto por muchos como la revolución total de la música.
Por ahora, Spotify sólo está disponible en seis países de Europa y se espera que este año desembarque en Estados Unidos –el principal mercado musical del mundo- y luego en América Latina. De todas maneras, los entendidos en la materia acceden desde cualquier país simulando estar en Europa.
Crecimiento récord
Aunque cuando nació muchos escépticos pronosticaron un desastre comercial y una muerte inminente, en doce meses siete millones de personas empezaron a consumir Spotify, el 95% de éstos de manera gratuita. Eso sí, escuchando avisos comerciales cada varias canciones.
Además, unos 250.000 usuarios se suscribieron al servicio de pago (US$16 al mes), que se puede usar en teléfonos celulares, sin tener que escuchar publicidad y con mejor calidad de sonido.
El fundador de Spotify, Daniel Ek, dijo a la BBC que "por primera vez el número de suscriptores ha crecido tan dramáticamente, probablemente como nunca antes en la historia de las suscripciones".
Ek confirmó el inminente desembarco del servicio en Estados Unidos y el fin de las invitaciones. Por ahora, para acceder al servicio el usuario debe ser invitado por un miembro, tal como ocurría en un principio con el correo electrónico de Google, Gmail.
Wednesday, January 27, 2010
LA CREACION TIENE PRECIO ( Graciela Mrad BBC Mundo )
La creación tiene un precio
Graciela Mrad
BBC Mundo
La piratería online está revolucionando la industria discográfica y la máquina de hacer artistas, ya que la drástica baja en la venta de discos ha cambiado la manera en que los cantantes y las compañías hacen dinero y los nuevos artistas surgen cada vez más de forma independiente.
Café Tacuba
El exitoso grupo mexicano compensa las pérdidas en las ventas con el ingreso de los conciertos.
Es que cada día más personas copian gratuitamente de algún sitio en la red sus canciones favoritas en detrimento de la redituable costumbre de comprar el CD o bajar la canción de algún sitio, aunque sólo se tenga que pagar US$0,99 por cada una.
Amén de la pérdida multimillonaria que esto significa para la industria en general, los principales afectados son a veces los propios artistas, que deben ingeniárselas para compensar las pérdidas o la falta de pertenencia a un sello discográfico que los ampare.
BBC Mundo conversó con el cantante venezolano, Franco de Vita, y con la banda mexicana Café Tacuba, para ver cómo están siendo afectados por este fenómeno.
Los perjudicados
Franco De Vita, el cantante y compositor venezolano, es un ejemplo entre tantos que abundan en la industria.
"Ya no vendemos la misma cantidad de antes. Es terrible", asegura, pero aclara que sintió el cimbronazo recién con su último disco "Simplemente la verdad" (Sony BMG - 2009).
Además, la baja en las ventas lleva a otros problemas, tornándose en un círculo vicioso.
"En este negocio... tanto vendes tanto vales: ese es el concepto de una compañía discográfica". "Cuando tus ventas bajan, ya no te promocionan, no te hacen videoclips...", explica.
Para De Vita, con la piratería se está perdiendo también la cultura del disco y el valor del artista.
"El artista pasó por tanto para lograr ese producto final que luego lo obtienes tan fácil como pisar un botón y de manera gratuita, y hasta a veces se lo desecha", reflexiona el cantautor desde Caracas en entrevista con BBC Mundo.
Problema de educación
Este músico asegura, al contrario de lo que podría imaginarse, que la raíz del problema pasa por la educación y no tanto por el tema económico.
Graciela Mrad
BBC Mundo
La piratería online está revolucionando la industria discográfica y la máquina de hacer artistas, ya que la drástica baja en la venta de discos ha cambiado la manera en que los cantantes y las compañías hacen dinero y los nuevos artistas surgen cada vez más de forma independiente.
Café Tacuba
El exitoso grupo mexicano compensa las pérdidas en las ventas con el ingreso de los conciertos.
Es que cada día más personas copian gratuitamente de algún sitio en la red sus canciones favoritas en detrimento de la redituable costumbre de comprar el CD o bajar la canción de algún sitio, aunque sólo se tenga que pagar US$0,99 por cada una.
Amén de la pérdida multimillonaria que esto significa para la industria en general, los principales afectados son a veces los propios artistas, que deben ingeniárselas para compensar las pérdidas o la falta de pertenencia a un sello discográfico que los ampare.
BBC Mundo conversó con el cantante venezolano, Franco de Vita, y con la banda mexicana Café Tacuba, para ver cómo están siendo afectados por este fenómeno.
Los perjudicados
Franco De Vita, el cantante y compositor venezolano, es un ejemplo entre tantos que abundan en la industria.
"Ya no vendemos la misma cantidad de antes. Es terrible", asegura, pero aclara que sintió el cimbronazo recién con su último disco "Simplemente la verdad" (Sony BMG - 2009).
Además, la baja en las ventas lleva a otros problemas, tornándose en un círculo vicioso.
"En este negocio... tanto vendes tanto vales: ese es el concepto de una compañía discográfica". "Cuando tus ventas bajan, ya no te promocionan, no te hacen videoclips...", explica.
Para De Vita, con la piratería se está perdiendo también la cultura del disco y el valor del artista.
"El artista pasó por tanto para lograr ese producto final que luego lo obtienes tan fácil como pisar un botón y de manera gratuita, y hasta a veces se lo desecha", reflexiona el cantautor desde Caracas en entrevista con BBC Mundo.
Problema de educación
Este músico asegura, al contrario de lo que podría imaginarse, que la raíz del problema pasa por la educación y no tanto por el tema económico.
La Música en la Era Digital
La mayoría de las empresas discográficas no han sabido reaccionar, y han tomado el camino equivocado que es por la vía punitiva para tratar de ponerle puertas al campo, y las puertas al campo son muy difíciles de poner (Rafael Fernández Calvo, de la Asociación de Técnicos de Informática de España)
NAVEGANDO EN LOS MARES DE LA ERA DIGITAL (BBC Mundo)
Navegando en los mares de la era digital
Redacción
BBC Mundo
Ipod
La industria discográfica señala que la piratería por Internet ha llevado a una caída de 30% en sus ventas.
El maleficio era el medio utilizado durante la Edad Media por muchos autores para proteger su trabajo.
"Que este libro se convierta en una serpiente en las manos de quien lo robe o lo copie", escribió un monje académico del monasterio de San Pedro, Barcelona, en uno de sus libros.
Es así como surgió en principio la idea de los derechos de autor, y es así también como empezó la batalla por hacerlos cumplir.
Y esa batalla es particularmente ardua en la era de la revolución digital.
Los grandes sellos discográficos se cuentan entre sus principales víctimas. La Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI por sus siglas en inglés) señala que las ventas de ese sector han descendido en un 30% desde 2001 gracias en buena medida a las descargas en internet.
La industria cinematográfica también está sintiendo los efectos. Una investigación de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA por sus siglas en ingés) señala que la economía estadounidense pierde cada año alrededor de US$18 mil millones debido a la piratería.
BBC Mundo presenta, en este especial, un panorama del alcance de la piratería digital y analiza sus consecuencias.
Creciente intercambio
Un joven británico de 15 años a quien llamaremos Ruddy Wood descargó en la última semana unas 150 canciones de la Internet a través del sitio de intercambio de archivos IsoHunt.
"La última vez que compré un CD fue cuando tenía diez años", dice Ruddy. "Hoy en día yo simplemente me voy a uno de los sitios de uso compartido y me bajo las canciones".
Se trata de una práctica común entre sus amigos de la escuela. "La mayoría de las canciones las bajo de la red, no le veo nada de malo, es algo normal entre mis amigos".
Lea también: Chateando con los "piratas"
Protesta por el juicio a The Pirate Bay
En varios países una gran parte de la población ve en los intercambios algo legal y bueno.
Este intercambio al que se refiere Ruddy ha crecido significativamente gracias a los sitios de intercambio gratuito de archivos mediante las conexiones Punto a Punto (P2P).
Según la IFPI, estas plataformas han sido el principal catalizador del crecimiento de la piratería en la industria del entretenimiento.
El último informe de esta organización, que data de 2006, estima que cada año se bajan de la internet en el mundo alrededor de 20 mil millones de canciones de fuentes no autorizadas. Y los números continúan creciendo día a día.
En América Latina, IFPI destaca que en la actualidad "unas 8 mil millones de canciones se bajan ilegalmente", según dijo a BBC Mundo Rafael Vázquez, director regional para América Latina de esa federación.
Esto, además, de los millones de CDs que se negocian en kioscos en las calles de ciudades latinoamericanas. La mayoría de esta piratería no tiene su origen en la internet, aunque en el caso de canciones o películas nuevas se bajan de la red, antes de reproducirse en masa para venta al consumidor.
Pero no sólo se trata de estadísticas. Con frecuencia, los mayores afectados son los propios artistas, aunque hay muchos también que se han beneficiado. El cantante venezolano Franco de Vita y la banda musical mexicana Café Tacuba ofrecen en este especial sus testimonios sobre el tem
Redacción
BBC Mundo
Ipod
La industria discográfica señala que la piratería por Internet ha llevado a una caída de 30% en sus ventas.
El maleficio era el medio utilizado durante la Edad Media por muchos autores para proteger su trabajo.
"Que este libro se convierta en una serpiente en las manos de quien lo robe o lo copie", escribió un monje académico del monasterio de San Pedro, Barcelona, en uno de sus libros.
Es así como surgió en principio la idea de los derechos de autor, y es así también como empezó la batalla por hacerlos cumplir.
Y esa batalla es particularmente ardua en la era de la revolución digital.
Los grandes sellos discográficos se cuentan entre sus principales víctimas. La Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI por sus siglas en inglés) señala que las ventas de ese sector han descendido en un 30% desde 2001 gracias en buena medida a las descargas en internet.
La industria cinematográfica también está sintiendo los efectos. Una investigación de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA por sus siglas en ingés) señala que la economía estadounidense pierde cada año alrededor de US$18 mil millones debido a la piratería.
BBC Mundo presenta, en este especial, un panorama del alcance de la piratería digital y analiza sus consecuencias.
Creciente intercambio
Un joven británico de 15 años a quien llamaremos Ruddy Wood descargó en la última semana unas 150 canciones de la Internet a través del sitio de intercambio de archivos IsoHunt.
"La última vez que compré un CD fue cuando tenía diez años", dice Ruddy. "Hoy en día yo simplemente me voy a uno de los sitios de uso compartido y me bajo las canciones".
Se trata de una práctica común entre sus amigos de la escuela. "La mayoría de las canciones las bajo de la red, no le veo nada de malo, es algo normal entre mis amigos".
Lea también: Chateando con los "piratas"
Protesta por el juicio a The Pirate Bay
En varios países una gran parte de la población ve en los intercambios algo legal y bueno.
Este intercambio al que se refiere Ruddy ha crecido significativamente gracias a los sitios de intercambio gratuito de archivos mediante las conexiones Punto a Punto (P2P).
Según la IFPI, estas plataformas han sido el principal catalizador del crecimiento de la piratería en la industria del entretenimiento.
El último informe de esta organización, que data de 2006, estima que cada año se bajan de la internet en el mundo alrededor de 20 mil millones de canciones de fuentes no autorizadas. Y los números continúan creciendo día a día.
En América Latina, IFPI destaca que en la actualidad "unas 8 mil millones de canciones se bajan ilegalmente", según dijo a BBC Mundo Rafael Vázquez, director regional para América Latina de esa federación.
Esto, además, de los millones de CDs que se negocian en kioscos en las calles de ciudades latinoamericanas. La mayoría de esta piratería no tiene su origen en la internet, aunque en el caso de canciones o películas nuevas se bajan de la red, antes de reproducirse en masa para venta al consumidor.
Pero no sólo se trata de estadísticas. Con frecuencia, los mayores afectados son los propios artistas, aunque hay muchos también que se han beneficiado. El cantante venezolano Franco de Vita y la banda musical mexicana Café Tacuba ofrecen en este especial sus testimonios sobre el tem
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